Hola,
Ya os he dicho en varios posts de este año que las capas vuelven. Al principio tímidamente, pero este invierno han entrado con más fuerza y en verano ya nos volveremos locos.
El shag es un poco eso. Es el corte a capas con un aire muy despeinado que se puso de moda en los 70, luego en los 90 con Meg Ryan en su versión corta y Jennifer Aniston para la versión en melena. Ahora, en cambio, se adapta al siglo XXI dándole un punto más despeinado y natural.
Muchas son las celebrities que han capeado sus estilos, tanto en pelo corto como medio o largo. Los bob y melenas midis se vuelven más rotas al aparecer con capas en el diseño. Muchas veces hasta en capas muy cortas que sobresalen a lo loco. Nosotras adaptamos cada tendencia al tipo de pelo, cantidad, textura y por supuesto, facciones de cada cliente.
Es el caso de Ana, que tiene mucho pelo pero fino y extraliso, le apetecía un cambio que le diera mucho movimiento a su lacia melena, pero que no necesitara peinar para nada.
Le propuse una melena midi con mil capas y un flequillo largo. Al principio lo de las capas, cuando se tiene el pelo tan liso, da miedo porque imaginas que te vas a quedar como Rod Stewart, pero todo depende de cómo se hagan. Pero os dejo con el vídeo para que veáis el resultado y lo bonito que queda este corte sin peinar.
Como veis, el pelo de Ana es muy lacio y el capeado lo llena de movimiento y volumen. Al dejar la base más llena, el resultado es perfecto.
El flequillo se convierte en el gran protagonista al ser grande y largo permitiendo moverlo de un lado a otro con mucha libertad. A la hora de secar el pelo, es muy bueno moverlo de un lado a otro, de abajo a arriba para forzar todo el volumen y movimiento. Puedes ayudarte de cera o de un toque de plancha y laca para conseguir marcar las capas con un gesto y que quede ese aire despeinado.
¡¡Muchas gracias por confiar una vez más en nosotras para tu super cambio de look y posar divertida para nuestro blog!!
Nos vemos el lunes y os contare cuáles son mis cortes favoritos para este invierno, ¡que ya sí que parece que ha llegado a España!